El general Fernando Landazábal Reyes, nació en Pamplona Norte de Santander en 1929 y fue asesinado en Bogotá Colombia en 1998. En su brillante carrera militar se destacó desde el g...voir plusEl general Fernando Landazábal Reyes, nació en Pamplona Norte de Santander en 1929 y fue asesinado en Bogotá Colombia en 1998. En su brillante carrera militar se destacó desde el grado de subteniente como un héroe en la defensa del palacio presidencial, el fatídico 9 de abril de 1948.Asimismo fue comandante de pelotón dentro de las unidades del batallón Colombia que combatieron en la guerra de Corea y distinguido comandante de unidades de contraguerrillas en el restablecimiento del orden público durante la época de la violencia liberal-conservadora de las décadas de 1950 y 1960.Entre los altos cargos militares que desempeño se encuentran Comandante de la Cuarta Brigada, Jefe del Estado Mayor Conjunto, Profesor de la Escuela Superior de Guerra, Agregado Militar, Naval y Aéreo en el Brasil,Comandante de la Tercera Brigada, Comandante de la Brigada de Institutos Militares, Secretario general del Ministerio de Defensa, Ministro Consejero en la OEA, jefe del Estado Mayor Conjunto, Comandante del Ejército y Ministro de Defensa.Por su gestión militar recibió 22 condecoraciones, entre ellas tres otorgadas por los gobiernos de Francia, Venezuela y Ecuador, y una de la Organización de Naciones Unidas.Además de su liderazgo y habilidades militares, el general Landazábal fue intelectual de alto nivel y uno de los generales más admirados en el país.Prueba de ello es su amplia producción literaria entre la que se destacan los libros titulados "Estrategia de la Subversión en América Latina" (1969), "Factores de Violencia" (1975), "La Subversión y el Conflicto Social" (1980) y "Guía de Asuntos Civiles para el Mantenimiento del Orden Público", y el precio de la paz.Su retiro del servicio activo fui ruidoso, debido a que en una reunión de ministros dijo entonces presidente Belisario Betancur que las Farc estaban engañando al país con los artilugios de la falsa paz, como efectivamente quedó demostrado con el paso del tiempo.voir moins